Trabajar como asearse, en mi caso son necesidades básicas. Por salud. Tengo una mala costumbre de comer y pagar facturas (bueno y de estar limpio también) Así que ya que hay que hacerlo (currar) disfrutemos del proceso (como en al ducha)
Hasta hace unos años, siempre que comenzaba en un nuevo empleo pensaba dos cosas: «Aquí espero poder hacer más cosas» y «aquí no me jubilo» La dos motivadas por evitar la monotonía.
Ahora llevo tres años en lo mismo y para nada es monótono. 3 años desde que arrancara El Taller Animación Sociocultural, tres años de «montar algo» o «buscarse la vida» y aunque algunas duchas son de agua fría (impuestos, incertidumbre…) a día de hoy me sigue compensando (currar de lo que me gusta y como me gusta)
Así que por muchos años más de «El Taller» y por las duchas diarias. ¡Salud y risas! ;O)