En las entidades, el día a día del trabajo «nos come», y aunque actuemos en «la realidad», hay veces que se nos «olvida» sumar esfuerzos con otras organizaciones, que similares o diferentes, pueden aportar a nuestras actuaciones.
Como fiel creyente de que «todo suma», debemos sacar la nariz de nuestro logo, pisar calle, sudar la camiseta y buscar redes.
Por ello, la publicación de hoy, que es bueno recordar los beneficios (fortalezas) que se adquieren al trabajar en red:
- Evita duplicidad de actividades y competencia por recursos.
- Favorece la complementariedad.
- Amplia el campo de acción al ampliar recursos y al poder combinarlos.
- Las sinergias entre entidades hace que surjan nuevas posibilidades de actuación.
- Individualmente se potencian las propias capacidades de las entidades, al incrementar los recursos a su alcance.
- Fomenta la especialización, bien a través de la capacitación profesional de quiénes integran las entidades o en cuanto a las ‘realidades’, es decir, a qué temática se dirige o hacia quiénes se dirigen y con quiénes intervienen.
- Favorece el hábito y habilidades cooperativas.
- Favorece hábito de compartir la información.
- Puede ser un mecanismo de control informal de las organizaciones, pues las organizaciones que colaboran en un plan de acción conjunta tienden a adoptar normas y procedimientos operativos similares para facilitar la coordinación.
- Aumenta la visibilización del trabajo realizado.