Aunque me había comprado este libro hace un par de meses hasta hoy no me puse a leerlo. Se lee y se disfruta rápido. En un par de horas lo tendréis liquidado.
Está escrito por Yván Pozuelo Andrés, profesor en un instituto de secundaria de Gijón, Doctor en Historia, especializado en masonería… al que tuve la suerte de tener como profesor de francés durante un curso hace muuuchos años (de sus primeras experiencias como profe, imagino por la edad , para él.)
El libro en clave de ensayo, crítico y con humor (algo que me parece básico) reflexiona sobre el papel de la persona docente, la evaluación (exterminio) como eje vertebrador de la educación y propone «la teoría del 10» como una nueva práctica docente (probada por el mismo)
No voy a destriparos el libro, que creo se merece muchas lecturas, pero si que quiero hacer un pequeño resumen – reseña – valoración.
¿De qué habla?
Se divide en tres partes:
La primera habla de la evaluación igual a exterminio, y cómo esta presupone una manera de clasificar, cosificar y filtrar con poco efecto docente.
En la segunda parte, habla de aspectos del proceso de enseñanza – aprendizaje que deberían eliminarse, así como de nuevas ideas que podrían ponerse en práctica.
Ya en la última habla sobre su «teoría del 10» de cómo ha llegado a ella, cómo la aplica y porque la pone en práctica, para enseñar y educar con el aprendizaje como objetivo y no con la nota como meta.
¿Cómo lo cuenta?
Con pasión, se lo cree. Ha reflexionado sobre ello, aporta experiencias y es coherente con ellas. Además, habla sobre la educación en clave comunitaria, no como una mera adquisición de conocimientos a vomitar en un examen. Además no pontifica ni exige, invita a reflexionar.
Una frase que creo que resume la intención de reflexionar del libro, sería la siguiente: «En efecto en toda su vida profesional una persona que se dedica a pilotar aviones puede estrellar como mucho a 500 pasajeros, nosotros [el profesorado] lo podemos hacer cada año durante decenas de años»
Da que pensar ¿no?
A mi, como profesional de «lo social» que siempre he trabajado en la educación no formal, que se centra más en el proceso educativo que en el resultado, leer a un profesor (funcionario) de un centro educativo, plantearse estas cosas me hace feliz, por ver que se pueden ir cambiando las cosas hacia una educación mejor, más inclusiva (de verdad).
Os dejo un extracto de uno de los primeros proyectos en los que trabajé y coordiné, donde atendíamos a quienes el sistema educativo no había podido atender:
Si nos fijamos en el sistema actual, podemos apreciar una realidad más o menos compleja en la que los y las jóvenes adquieren unos conocimientos básicos por los que deberían convertirse en ciudadanos adultos y responsables, y posteriormente aprenden un oficio o los fundamentos teóricos y técnicos para el desempeño de una determinada profesión (universidad) con el objetivo último de facilitar su integración en el mercado laboral y, parejo a esto, en la sociedad. Lo que nos resulta evidente es que junto a esta realidad coexiste otra en la que los y las jóvenes se salen de esa línea general que tiene a la formación reglada y la consecución de empleo como vía principal. Creemos que es fundamental para comprender a estos jóvenes partir de la siguiente premisa: el fracaso escolar no ha de ser necesariamente un fracaso vital.
Que bien les hubiera venido un sistema diferente. Por esto (y más) me alegra que hay docentes que busquen cambios.
Así que os invito a leer el libro ;O)
Exalumno del autor, que aprobó francés, no recuerda nada (ni lo escribe, ni lo habla), no le importa, pero sigue aprendiendo de un profesor más de 15 años después.
Particularmente creo que las notas sirven para discriminar a los niños: están los tontos, y los empollones. La experiencia demuestra que son muchas las ocasiones en que los «empollones» no tienen lo que se necesita tener en para aportar en la vida diaria: creatividad, empatía, capacidad para resolver problemas, para crear equipos, etc…Para mí lo importante es crear el hábito de estudiar, dar métodos para el aprendizaje, para crear equipo, para aprender a cuestionar con lógica, sin fanatismos, con respeto.
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El libro diserta sobre la evaluación largo y tendido. Es muy interesante para leer y reflexionar. Si te gustó la reseña, el libro te encantará ;O)
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