Cohesión grupal

Como animadores/as de grupo, siempre hablamos de «hacer grupo» de «fomentar la cohesión» pero en muchas ocasiones ahí se queda, en algo que hay que hacer, pero no pensamos en cómo hacerlo.

Así que aquí os dejo unos datos sobre cohesión grupal.

 

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Los objetivos

Los objetivos del grupo son un elemento clave para la interacción y la cohesión del mismo. Cuando coinciden los objetivos personales con los oficiales del grupo, el grado de cohesión es mayor. Por el contrario, objetivos diferentes, no explicitados, mezclados, ambiguos o indefinidos, e incluso impuestos desde fuera o presionados por algún subgrupo, deshacen la cohesión del grupo.

Cuando hay conflicto de objetivos, las relaciones se deterioran. Por eso hay que definir muy claramente los objetivos (en primer lugar, el animador debe tenerlos claros) para no favorecer la dispersión y el desconcierto.

Los objetivos tienen que responder a intereses reales y a las necesidades. El grupo ha de sentirlos como interesantes y necesarios. Cada miembro del grupo los conocerá y los asumirá. Así, todos los aceptarán, los harán suyos. Para evitar frustraciones, han de ser objetivos realizables, evaluables por todos y cada uno de los miembros del grupo.

 

Las tensiones

Las inevitables tensiones generadas dentro del grupo, no deben poner nunca nervioso al animador ni al propio grupo.

Es una fase necesaria para su maduración. Hay que ir aprendiendo a enfrentarse a ellas. Incluso ciertas tensiones que parecen crear malestar y mal clima, son paso obligado para conocerse, crecer en armonía, en capacidad de trabajar juntos, de entrenarse en el respeto, en el sentido democrático… Hay tensiones que tienen el efecto de terapia de grupo. En cualquier grupo, por pacífico que parezca, suele haber momentos de tensión, provocados por la emotividad y el sentimiento, que son pequeñas chispas capaces de prender un gran fuego.

Las tensiones siempre hay que resolverlas, aunque duela. Ciertas tensiones pueden ser abortadas directamente por el grupo, pueden dejarse latentes, como dormidas, pueden negarse por miedo a explosiones más fuertes e incontroladas o por razones de imagen hacia afuera. Todo esto provocará siempre falta de cohesión y no lograr los objetivos propuestos.

Causas y tipos de tensiones:

  • Ansiedades: vivir en la inseguridad, sufrir miedo, desconfianza, agresividad. Provoca climas de superficialidad, risas, inhibición, huida, silencios y cierto «sometimiento».
  • Luchas latentes: por la independencia frente a la autoridad del monitor o del líder; frente a los subgrupos; frente a ciertos estilos y discriminaciones en la relación y el trato.
  • Oposición al líder: rivalidades personales, luchas por el poder, por no someterse a jefes demasiado duros o demasiado blandos, o incluso considerados incapaces.
  • Frustraciones: por no lograr los objetivos, por el método de trabajo, por las relaciones, la organización, las normas…

 

Factores de cohesión

La cohesión es la tendencia a mantenerse juntos y de acuerdo, fruto de un conjunto de fuerzas de efecto gratificante que induce a los miembros del grupo a permanecer juntos y a resistir contra las fuerzas desintegradoras.

Los factores de cohesión pueden ser:

  • EXTRÍNSECOS (exteriores al grupo)
    • Controles sociales, opinión pública…
    • La valoración y aplauso exteriores potencian el sentido de pertenencia al grupo y el nivel de satisfacción.
    • La incomprensión y ataques del exterior unen a los grupos y a sus miembros ante un enemigo común.
    • La dependencia del grupo respecto a otra entidad más amplia.
    • La igualdad en las posiciones sociales de que gozan sus miembros.

 

  • INTRÍNSECOS (interiores al grupo)
    • Fracasos, éxitos y problemas compartidos.
    • Interés y entusiasmo por cierto objetivo común.
    • La fuerza atractiva de la acción colectiva.
    • El «espíritu de equipo», expresado por el sentimiento del «nosotros» y expresado en gestos simbólicos tangibles (cantos, ritos, ceremonias y sistemas figurativos comunes).
    • Sentimiento de simpatía entre los miembros del grupo.
    • Satisfacción de ciertos anhelos personales que exigen la presencia de los demás: prestigio, reconocimiento, aceptación…
    • Lugar de fácil comunicación interpersonal.
    • Distribución de formas de actuar teniendo en cuenta gustos, aptitudes y posibilidades.
    • Capacidad organizativa del grupo y organizadora del líder.
    • El logro de una empresa común, suma de los esfuerzos personales.

 

También hay factores de disgregación, como son todos aquellos fenómenos que perturban momentáneamente la actuación del grupo. Al final estimulan la cohesión, aunque a primera vista no lo parezcan, pues lo obligan a centrarse y reflexionar. O se superan las crisis o no hay maduración.

Las manifestaciones principales de disgregación son las agresiones interpersonales, los abandonos esporádicos o la desorganización general. Y sus causas son múltiples: clima afectivo, relación con el animador, relación con objetivos, métodos, normas, entorno…

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