Ya había hablado de intervención en otra entrada. En ella contaba algunas definiciones del concepto y los objetivos que tiene.
Le he releído hace poco para una formación que he impartido sobre intervención socioeducativa, y me ha apetecido completarla un poco ya que siempre que releo cosas que he compartido o bibliografía no puedo evitar hacerme preguntas (¿realmente esto pasa? ¿funciona? ¿lo definiría así?…) no porque cuestione lo que se teoriza (bueno en ocasiones, si) si no por buscar la mejor manera de contarlo.
Dado el contenido de el taller que iba a impartir, la pregunta que más me repetía es la que da título a la entrada «¿Qué hacemos cuando decimos que intervenimos?»
La respuesta corta:
Cuando intervenimos, causamos impacto en las personas.
La respuesta algo matizada:
- Movemos a la acción (generamos aprendizaje)
- Ayudamos a las personas a desarrollar todas sus capacidades
- Potenciamos el desarrollo de la personalidad de cada individuo.
- Procuramos una adecuación y adaptación de la persona al espacio
- Provocamos el proceso educativo
- Dirigimos y regulamos la actividad del educando.
Cabe mencionar que la respuesta matizada, está sacada de otra entrada que revisé para la formación. Una que habla del principio de educabilidad.
Lo que quería transmitir en la formación era la intencionalidad educativa que tienen (y deben tener) nuestras intervenciones con personas, que no confundamos el medio con el fin o la actividad con el objetivo. Que el papel y la teoría lo sostiene todo, pero en la práctica delante de las personas con las que trabajamos, tenemos que tenerlo más claro aún.
Ya he comentado otras veces que rehúyo mucho de lo académico, no porque no entienda el valor que tiene, pero si porque no me gustan los dogmas, que es en lo que suelen convertirse las teorías. Y quizá mi aversión no sea con las teorías si no con las personas que no las cuestionan o reflexionan sobre ellas.
No, quizá no, seguro que me repatea esa falta de pensamiento crítico ;O)