Son el medio o instrumento que se usa para realizar la metodología participativa, permiten el tratamiento de un tema o la formulación de un concepto clave, a través de la participación de los/las miembros de un grupo.
Las técnicas participativas tienen una aplicación variable y flexible, están compuestas por diferentes actividades como pueden ser: dinámicas de grupos, sociodramas, adecuación de juegos populares, actividades de dramatización, expresión corporal, vídeos… y cualquier otro medio que tenga como objetivo generar la participación, el análisis, la reflexión y un cambio de actitud consciente y duradero en los/las participantes.
Las técnicas deben estar siempre dirigidas a un objetivo, que es el que nos orienta para saber qué tipología y/o técnicas son más convenientes utilizar. En relación al objetivo de las técnicas participativas recordar que va mucho más allá de un mero pasatiempo o distracción, más allá de su componente lúdico, incidiendo en un cambio más profundo en la medida en que facilitan el aprendizaje, profundizan en los temas expuestos y propician el compromiso social.
Los principales beneficios de la utilización de técnicas participativas son:
- Ayudar a crear confianza y lograr un buen clima de interrelaciones entre los miembros del grupo (equilibrio socio-emocional).
- Establecer relaciones de cooperación, haciendo saber a los miembros del grupo el valor del trabajo en equipo.
- Lograr mayor productividad en el logro de los objetivos propuestos, es decir, mayor eficiencia.
- Estructurar, organizar y realizar las tareas, tomar decisiones… a la vez que motivar al grupo en las tareas y trabajo que han de realizar.
- Resolver situaciones de conflicto, planteando críticas constructivas respecto al problema y aportando soluciones.
- Evaluar la propia marcha del grupo, situaciones o temas desarrollados…