En los talleres de risoterapia existen diferentes elementos con los que hay que trabajar.
Se necesitan unos conocimientos específicos y cierta experiencia para manejar adecuadamente cada uno de ellos. Debemos ser conscientes de que en la risoterapia se movilizan emociones y que trabajamos con personas.
Todo monitor/a de risoterapia debe saber cuáles son sus habilidades y sus limitaciones para evitar ponerse en un marrón y destapar situaciones que no sepa manejar.
Los elementos esenciales para desarrollar un taller de risoterapia (entendiendo taller como un conjunto de sesiones determinadas a un mismo grupo)
- Una base teórica. Es importante saber y aplicar los conceptos, tener presente los beneficios que provocan las actividades del taller (vamos que tenemos que saber por qué hacemos lo que hacemos. No es jugar por jugar, cada ejercicio busca algo concreto y no todo vale)
- Tener siempre unos objetivos definidos, general para todo el taller y específicos para cada sesión. (Vamos a deshinbirnos, a crear confianza, a cansarnos, a relajarnos o todo a la vez. Pero lo llevaremos pensado de casa. Con esos objetivos definidos, tenemos una hoja de ruta que seguir)
- Tener una buena selección de ejercicios, juegos y técnicas grupales de risoterapia (cada grupo es un mundo, y cada persona dentro de ese grupo tiene su realidad. Tener un buen repertorio de técnicas, nos hará escoger la más adecuada para cada situación)
- Trabajar a través de las sensaciones (los 5 sentidos: imágenes, sonidos, estímulos táctiles…)