Cansado estoy de ver cada vez más discursos de odio en la prensa, en redes sociales, en la calle… Existen muchas situaciones de rechazo hacia todo lo que se considera diferente y que ponen en peligro la convivencia.
Ese rechazo puede dar lugar en muchas ocasiones a conductas extremas de violencia y agresividad hacia las personas que por el hecho de ser uno u otro son tomadas como ciudadanía de “segunda categoría”.
La población asume, en muchas ocasiones, esos valores que ve en la sociedad que les rodea y se convierten en agresores de otras personas con diferentes características a ellos.
¿Y por qué cala este discurso de odio?
Se me ocurren varias ideas:
- Necesidad de integración en el grupo de referencia: se posee una mayor seguridad si se comparte con un grupo actitudes y conductas diferenciándose así de otros.
- Defensa de la propia identidad, clasismo: se intenta clasificar la sociedad mediante categorías simples diferenciando a unos grupos y otros de forma categórica.
- Búsqueda de experiencias de poder y protagonismo social siguiendo el modelo de las conductas violentas que otros han realizado y han sido mostradas en los medios de comunicación.
Ya que todavía estamos con el subidón del año nuevo, ¿qué tal si nos cogemos como propósito luchar contra este odio?
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