Personas adultas y Participación infantil

Una de las principales claves para participar es que los niños y niñas conozcan que tienen derecho a participar (hay que INFORMAR), por lo que es importante promover acciones de sensibilización para que se conozca la Convención sobre los Derechos del Niño. 

 

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A participar se aprende, es un proceso de educación, que en la mayoría de los casos será dinamizado por personas adultas. Por eso me ha apetecido  escribir esta entrada, para dejar unas líneas que debemos tener en cuenta si queremos fomentar la Participación infantil.

El papel de las personas adultas en la participación infantil exige la aceptación de las capacidades de la infancia. y el respeto a sus opiniones, para lo cual es necesario:

  • Escuchar, crear espacios de consulta y diálogo.
  • Saber empatizar..
  • Respetar las dinámicas y procesos de cada grupo.
  • Vencer la desconfianza generacional.
  • Aprender que los niños y las niñas también pueden enseñar a las personas adultas.
  • Reforzar positivamente 
  • Servir como modelo de conducta: el monitorado debe tener una actuación coherente con los objetivos que se plantea conseguir con el grupo.

 

Hay veces que somos tan profesionales y adultos, que se nos olvida ;O)

La lista de verbos, proyectos y objetivos

Cuando imparto formación sobre elaboración de proyectos, hay un punto que cuesta bastante: redactar los objetivos.

Los objetivos expresan los resultados esperados o los propósitos que se desean alcanzar con el proyecto.

Algunas indicaciones  para la correcta formulación de los objetivos:

  1. El objetivo debe formularse centrado en la persona o colectivo destinatario y no en quien lo ejecuta.. 
  2. El objetivo debe formularse en términos de resultado y no en términos de actividad.
  3. El objetivo debe constar de un verbo más un contenido. Y el verbo en ¡¡infinitivo!!
  4. El objetivo debe tener un significado claro por sí mismo, y no precisar de ninguna explicación
  5. El objetivo debe ser unitario, no se deben englobar en una misma formulación más de un objetivo. 
  6. El objetivo debe ser lo más operativo posible: es decir, medible y observable


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Imagen de Gustavo Ferreira Gustavo en Pixabay 



Con el punto 2 surge otra dificultad… ¿Qué verbo ponemos? No se trata de decir verbos al tun tun. Tiene que ver con el resultado que queremos conseguir. A veces para facilitar esto me han comentado «en no se qué curso, para hacer un proyecto / unidad didáctica, nos dieron una lista de verbos» Bien, esa lista de verbos, no suele ser una lista sin más, suele ser la Taxonomía de Bloom.

La taxonomía de Bloom fue diseñada por Benjamin Bloom en 1956. El objetivo de esta teoría es que después de realizar un proceso de aprendizaje, la persona adquiera nuevas habilidades y conocimientos. En esta jerarquía de los objetivos educativos que se pretenden alcanzar con el alumnado; este,  no puede alcanzar los objetivos superiores sin antes haber alcanzado los objetivos inferiores clasificados en la jerarquía. 

Los niveles de la taxonomía de Bloom son: conocer, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear.

 

Aquí os dejo una muestra de la taxonomía, que quizá os venga bien para vuestro próximo proyecto ;O)

 

Conocimiento
Recordar información

Comprensión
Interpretar información poniéndola en sus propias palabras

Aplicación
Usar el conocimiento o la generalización en una nueva situación

Organizar
Definir
Duplicar
Rotular
Enumerar
Parear
Memorizar
Nombrar
Ordenar
Reconocer
Relacionar
Recordar
Repetir
Reproducir

Clasificar
Describir 
Discutir
Explicar
Expresar
Identificar
Indicar
Ubicar
Reconocer
Reportar
Re-enunciar
Revisar
Seleccionar
Ordenar
Decir
Traducir

Aplicar
Escoger
Demostrar
Dramatizar
Emplear
Ilustrar
Interpretar
Operar
Preparar
Practicar
Programar
Esbozar
Solucionar
Utilizar

Análisis
Dividir el conocimiento en partes y mostrar relaciones entre ellas

Síntesis
Juntar o unir, partes o fragmentos de conocimiento para formar un todo y construir relaciones para situaciones nuevas.

Evaluación
Hacer juicios en base a criterios dados

Analizar
Valorar
Calcular
Categorizar
Comparar
Contrastar
Criticar
Diagramar
Diferenciar
Discriminar
Distinguir
Examinar
Experimentar
Inventariar
Cuestionar
Examinar

Organizar
Ensamblar
Recopilar
Componer
Construir
Crear
Diseñar
Formular
Administrar
Organizar
Planear 
Preparar
Proponer
Trazar
Sintetizar
redactar

Valorar
Argumentar
Evaluar
Atacar
Elegir
Comparar
Defender
Estimar
Evaluar
Juzgar
Predecir
Calificar
Otorgar puntaje
Seleccionar 
Apoyar
Valorar

 

 

“Necesitaremos toda nuestra fuerza”

El 2 de octubre se celebra el Día Internacional de la Educación Social. Con motivo de esta fecha señalada, participo (¡¡este será el séptimo año!!) en el Carnaval de blogs organizado por el Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Cataluña. 

Este año es especial, ¡porque este año será el 10º! Una iniciativa que empezó en 2013 con el objetivo de hacer oír las diversas voces de la Educación Social y que ha ido caminando, año tras año con diferentes propuestas, agrupando voces de diferentes profesionales.

El lema que han elegido este año para celebrar el Día de la Educación Social en el CEESC es: “Necesitaremos toda nuestra fuerza”, inspirándonos en la frase del escritor, político y filósofo italiano, Antonio Gramsci: 

“Instrúyanse, porque necesitamos toda nuestra inteligencia. Conmuévanse, porque necesitamos todo nuestro entusiasmo. Organícense, porque necesitamos de toda nuestra fuerza.” 

En esta edición nos toca reflexionar en torno a la organización en nuestra profesión. Para ello nos lanzan varias preguntas… cómo no sabía por dónde empezar, pero soy bien mandado, voy a constatarlas todas.

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Como educadoras y educadores sociales, ¿nos comprometemos suficientemente con nuestra profesión?

Me gustaría pensar que si, ya que es una profesión que precisa de vocación, de creerte lo que estás haciendo, de saber que funciona, que es necesario y tiene un sentido. Pero no soy iluso y por tener una profesión social, el 100% de las personas que lo componen van a ser buenos o buenas profesionales.

El compromiso va hasta donde cada persona quiera. Es verdad que puede haber atenuantes (condiciones laborales, equipo de trabajo, política de la entidad o institución, etc.) pero hay personas (que no profesionales en mi opinión) que no se comprometen. Cumplen el horario y las funciones (y algunas ni eso); supongo que en cualquier otro empleo esto valdría para cubrir expediente, pero en este ámbito trabajamos con personas, por lo que el compromiso de educar, debería estar presente en todo profesional.

Como no me apetece quedar de «malrollero» cabe mencionar que también existen profesionales con una pasión, que si se comprometen más allá del proyecto, las ideas y los itinerarios, que tienen una vocación brutal de servicio (que no servilismo) e inspiran cuando trabajas con ellas.

Como no sabría decir cuál es el compromiso «suficiente» no se me ocurre mejor respuesta.

¿Hasta qué punto debemos involucrarnos por los retos de futuro que se nos plantean como profesión?

Una ronda de «frases hechas»

«Hasta el infinito y más allá». Los retos nos afectan a todas las personas que formamos parte de la educación social. Mejorar en la praxis, reciclarnos, abrir nuevas vías de intervención, innovar… todo lo que creemos y desarrollemos es por el bien del resto de compañeros y compañeras.

Soy un gran defensor de que «el movimiento se demuestra andando» ¿no pedimos a las personas usuarias o participantes que se involucren en sus propios procesos? pues no podemos permitirnos que «en casa del herrero…»

¿Debemos hacer nuestras las luchas y los retos de las personas más desfavorecidas y de los grupos oprimidos?

Para nada, NO. Antes de que os echéis encima, dejadme que me explique. Debemos apoyar, acompañar y alentar, pero nunca hacerlas nuestras (salvo que realmente sean nuestras). Aunque participemos de ellas y empaticemos, algunas de ellas no las padecemos, por lo que «luchamos» por ellas desde una posición de privilegio.

En ocasiones pecamos de superEGOes y superEGOinas, partiéndonos la cara por «x» causa, pero muchas veces conocemos esas realidades como espectadores, profesionales, no las hemos sufrido. Por supuesto que hay que combatirlas, reivindicarlas, pelear por ellas, pero dando el protagonismo a quien debe tenerlo. Aquí mi deje de animador, hacer de catalizador, de medio, no de protagonista.

¿Por qué es importante organizarse? 

Es la única manera de conseguir cambios. Sumando esfuerzos, personas y voces. Mi hermano siempre menciona una frase que decían en  el programa «La Bola de Cristal»:

«Solo no puedes, con amigos si»