La risa como medicina: Una introducción

La risa

Pero primero lo primero. Ahora que hemos echado un rápido vistazo a como se organiza esta serie de artículos y que tipo de información seremos capaces de encontrar en cada una de las piezas que la forman, veamos lo que concierne estrictamente a esta introducción.

La primera pregunta a contestar puede parece un tanto estúpida, pero no por eso deja de ser valioso el intentar una respuesta: ¿qué es la risa?

Según el diccionario, la risa es un movimiento de la boca y otras partes de la cara, que demuestra alegría. La risa (que es la expresión de una emoción debida a diversos elementos intelectuales y afectivos) se muestra principalmente en forma de una serie de aspiraciones más o menos ruidosas, dependientes en gran parte de las contracciones del diafragma y acompañadas de contracciones involuntarias de los músculos faciales y de resonancia de la faringe y el velo del paladar. Es provocada por algo que mueve el animo, en virtud de su carácter jocoso, ridículo o placentero. Aparte de las causas morales que la causa, la risa puede reconocer como origen simples reflejos.

Esta es una definición que, como se ve, trata de explicar lo puramente físico y visual. Pero la verdad es que la risa va más allá de esto, que también es una sensación de placer y un momento de gran satisfacción. Además, podríamos decir, que es un estado en la mente, una forma de ver la realidad en ese instante, y que trae interesantes efectos sobre nuestro organismo. Es interesante, igual, notar como en la definición de diccionario se hace referencia a las características placenteras de lo que puede mover a risa. Este es un punto realmente importante para lo que nos interesa. También como puede ser un reflejo es algo que no deberíamos dejar de lado.

Esta definición deja de lado algunas cosas que nos interesan, sobre el efecto que tiene el reírnos sobre la forma en que nos sentimos y que no son totalmente explicadas por el simple movimiento de los músculos faciales y de la resonancia de la laringe y del velo del paladar. Pero esto lo iremos viendo en mayor detalle con el correr de los artículos.
Ahora si, podemos comenzar a enfocarnos con mayor detalle en las investigaciones y en los beneficios (tanto físicos como, y esto ya lo veremos, espirituales) de la risa y el buen humor.

La terapia del humor

Lo que realmente nos interesa no es reírnos por el hecho de reírnos (lo cual tampoco es algo para dejar de lado, sin embargo) sino como esto afecta, de forma muy positiva, a nuestro organismo.

En los últimos años, los investigadores médicos de todo el mundo, así como los terapeutas y maestros de yoga y otras disciplinas; se han concentrado en la investigación de estos efectos, por ser más que interesantes a la hora de proponer una terapia no solo efectiva sino que también muy placentera, fácil de realizar y que no tiene ningún tipo de contraindicación. Porque no hay nada malo que pueda venir de reírse en demasía (bueno, tal vez si uno se ríe tanto que no puede respirar, pero ese no es un accidente especialmente común).

Los investigadores (así también como los propios pacientes) han descubierto que encontrar humor en las circunstancias que rodean a los propios problemas puede ser una de las grandes armas en la lucha contra el estrés, tanto el común como el que ocasionan las enfermedades graves (ya sean terminales o no). Es una de las pocas formas que la mente humana tiene de enfrentarse a la idea de la propia terminación, de que el tiempo se esta acabando, sin caer en la más absoluta desesperación. Imaginemos que estamos en esa situación y pensemos que preferiríamos, si encerrarnos a llorar en un cuarto o ser capaces de reírnos de lo que esta sucediendo.

La risa hace que nos sintamos mejor, en todo aspecto. Descubrir esto abre las puertas a múltiples posibilidades desde el punto de vista de la medicina y del tratamiento de pacientes con diversos problemas de salud. El tener un problema de cualquier tipo hace que el mantener una buena calidad de vida, que mantener la capacidad de disfrute de lo que sucede a nuestro alrededor nuestros se vuelva mucho más complicado. Pero una de las mejore formas de tratar de mantener la capacidad de “vivir bien” es mantener el buen humor. Esto esta probado y, además, podemos darnos cuenta fácilmente de que es cierto simplemente reflexionando sobre nuestra vida.

Científicamente hablando

Y, por otro lado, la evidencia científica ya se ha vuelto demasiado poderosa como para ser negada. Durante años los médicos han sabido que aquellos pacientes capaces de disfrutar de un buen sentido del humor presentaban importantes ventajas en cuanto a su recuperación y a sus respuestas a los tratamientos que no tenían aquellos que se dejaban hundir en la miseria y la desesperación. Pero ahora ya no es simplemente una cuestión de observación privada de parte de algún profesional que simplemente se basa en su experiencia, sin aplicar investigaciones de carácter científicas, sino que ya las pruebas que hay son, sin dudas, de un carácter totalmente empírico y que siguen las reglas del método científico.

Desde el lado de lo puramente físico, podemos decir que hay una serie de respuestas corporales que están directamente relacionadas con la risa. Las más importantes son un aumento en la respiración y en el ritmo de la circulación de la sangre, secreción de enzimas tanto digestivas como hormonales, sumado a una nunca mala nivelación de la presión arterial (la cual, contrariamente, se desnivela cuando estamos nerviosos). También suele venir acompañada (la risa) de una sensación de euforia.

Lamentablemente, por algún motivo, durante años y años se ignoro los efectos benéficos de la risa como parte de los tratamientos. Aparentemente, se lo consideraba algo “poco serio”.
Pero hoy en dia, y luego de que muchas investifgaciones más antiguas fueron tristemente ignoradas, el humor esta empezando a ser encontrado como una interesante forma de terapia, y hasta se le da un nombre al estudio de sus efectos: psiconeuroinmunología.

Ventajas

Un rápido repaso a algunas ventajas de la risa, que luego veremos con más detalle:
  • Reducción de la presión arterial
  • Reducción de las hormonas del estrés (lo veremos en un articulo separado)
  • Relajación muscular –
  • Mejoras en el sistema inmunológico
  • Combate al dolor
  • Ejercicio cardiaco
  • Respiración
  • Bienestar
  • La risa es contagiosa
  • El humor es universal
  • El humor es gratis
Teniendo en cuenta todas estas ventajas, no es de extrañas que ya en muchos lugares del mundo, en institutos relacionados con la salud tanto mental como física, se estén empezando a organizar grupos de risa, donde los pacientes se reúnen simplemente a reírse.

Los beneficios

Lo primero que debemos marcar es que la mayor oposición que podemos encontrar en el campo del que estamos hablando se da, obviamente, entre los efectos de la risa (sentida, libre, con todo el cuerpo) y los efectos que tiene sobre nuestros organismo el estrés.

Considerando que el estrés es ciertamente un estado de reducción de la salud física y mental, no parece estar muy abierto a discusión el hecho de que la risa, siendo como es un estado opuesto, es beneficiosa para la salud física (una simple transferencia lógica, algo así como decir que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”.

Pero sus efectos, al igual que aquellos del estrés contra el que la estamos enfrentando no se reducen a ser positivos en el área de lo físico, sino que también es generadora de mejoras en lo mental y en lo emocional. En este ultimo aspecto sus efectos son especialmente notorios, amen de prácticamente instantáneos, algo que todos debemos haber sufrido alguna vez. Un rato de risa puede hacer que todo aquello que nos parecía tan malo hace tan solo un par de minutos ya no sea tan grave o, al menos, nos despeja la cabeza para ser capaces de enfrentarlo de mejor manera.

Sistema inmunológico

El principal efecto que tiene como ayuda en el aspecto de lo físico, es sobre el sistema inmunológico, esto es, el sistema que se encarga de combatir y prevenir las enfermedades y los malestares de todo tipo. Luego de una sesión de terapia de la risa, los estudios indican que hay un incremento general de todas las actividades ligadas a este, además de una mejora en el desempeño de sus funciones.

Veamos que significa esto:

– Aumento en el número y en la actividad desarrollada por las células que sirven como defensa frente a las células que se encuentran infectadas por algún tipo de agente viral, así también como defensa frente a ciertos tipos de células tanto cancerígenas como tumores.

– Aumento en las células T (linfocitos T) que se encuentran en estado activo. Normalmente hay muchas más células T que las que están funcionando, simplemente esperando por la señal correcta para entrar en funcionamiento. La risa, aparentemente, sirve como orden. Los linfocitos son un tipo de leucocito. Y los leucocitos son células incoloras que se encuentran en la sangre, en la linfa y en los tejidos conjuntivos de los animales. Los leucocitos contienen diferentes enzimas y segregan sustancias capaces de destruir los microbios y neutralizar sus toxinas. Por sus movimientos, pueden salir de los vasos y cumplir su función en cualquier foco infeccioso que se encuentre dentro del organismo. Los linfocitos son mononucleares.

– Un aumento en el anticuerpo IgA (la inmunoglobulina A), la cual tiene como función principal el combatir agresiones e infecciones al tracto respiratorio superior.

– Se ponen en funcionamiento varias partes vitales del sistema inmunológico, se les da la “orden de activación”, gracias a un mayor vertido en el organismo de una sustancia, la gamma interferon.

– También se produce un incremento en otro anticuerpo, el IgB, la cual es la inmunoglobulina que se produce en mayor cantidad en el cuerpo. Pero también hay un incremento en la producción y vertido de Complemento 3, el cual ayuda a los anticuerpos en su lucha contra las células infectadas, ya que colabora a “atravesarlas”, para permitir la “curación”. Este efecto se mantiene en el tiempo.

– Muchos de estos efectos, así también como otros igual de beneficiosos para nuestro organismo, no se terminan inmediatamente después de que dejamos de reír, sino que siguen en funcionamiento durante algunos días y lentamente van dejando de sentirse.

Los estudios demuestran ya fehacientemente que estos efectos son verdaderos y que realmente la risa (así también como el estado de animo del paciente) tienen un gran efecto sobre la forma en que trabaja su sistema inmunológico. Una mayor efectividad redunda, obviamente, tanto en una mayor capacidad para solucionar problemas de salud ya presentes en la persona como en una mayor capacidad de defensa frente a posibles nuevas infecciones o ataques de cuerpos extraños. Es, entonces, un doble beneficio.

Pero más allá de esto, también hay otras ventajas que antes nombramos y sobre las que podemos explayarnos un poco más.

Reducción de la presión arterial

La risa tiene como virtud el tender a normalizar la presión arterial, llevarla a los niveles deseables para una persona saludable. Curiosamente, los estudios parecen probar que este efecto es más poderoso en las mujeres que en los hombres. Nos referimos, por supuesto, a la prevención de la hipertensión, no a una baja momentánea en la presión. Los hombres parecen ser más propensos a esta y las mujeres, por lo que indican los estudios realizados, tienen más facilidad para evitarla con ayuda del humor.

Relajación muscular

La risa desde el estomago, las carcajadas que realmente sentimos y aquellas durante las cuales nos reímos con todas las ganas, tienen un poderoso efecto de relajación sobre los músculos.

Cuando reímos, ponemos en funcionamiento toda una serie de músculos. Pero, por otro lado, también dejamos en estado de total relajación todo el resto de los músculos. Y son muchos más los músculos que no participan en el proceso de reírse que aquellos que si lo hacen.

Pero una vez que terminamos de reírnos, y cuando ya todos los demás músculos se han relajado, todos aquellos músculos de la cara (y, dependiendo del tipo de risa, muchos del tronco también) que estuvieron trabajando durante la risa también se relajan. Por lo tanto, la acción tiene lugar en dos etapas, y da como resultado el relax de todos los músculos.

Combate al dolor

Contrariamente a lo que se piensa muchas veces (y a una especie de chiste muy común en peliculas y series de televisión, donde le preguntan a un personaje que acaba de tener un accidente o de ser golpeado, si le duele y este contesta “solo cuando me río”) la risa no solo no tiene porque empeorar los dolores físicos (más allá de ciertos movimientos convulsos que trae aparejada y que pueden generar esta sensación) sino que, en realidad, puede ser una de las formas más efectivas de combatirlo.

¿A que se debe esta afirmación? Bien, podríamos decir que a dos circunstancias bastante distintas entre sí.

La primera y más “física” es que la risa genera la liberación de endorfinas en el cuerpo. Las endorfinas cumplen con la función de generar una sensación de felicidad en la persona y, además, es probablemente el más potente y efectivo analgésico natural que puede encontrarse en el organismo de cualquier ser humano, aplacando de forma muy veloz los dolores físicos que podamos tener, cuando es puesta en funcionamiento.

Por otro lado, desde el lado de vista de lo psicológico, el reírnos permite alejarnos de las causas de dolor y pesar, permite olvidarlas por algunos momentos, lo cual, obviamente, genera una sensación de mejoría.

Ejercicio cardíaco

Otra de los beneficios de la risa es que funciona como un verdadero ejercicio cardiaco. Cuando nos reímos desde el estomago, ponemos en funcionamiento tantos músculos tanto internos como externos que realmente estamos haciendo un potente trabajo de fortalecimiento de los mismos.

Esto es especialmente interesante en el caso de aquellas personas que, por algún motivo de índole física u mental (o de tiempos y ocupaciones) no pueden hacer ejercicios aeróbicos para mejorar el estado físico. La risa puede servir como un reemplazo de estos ejercicios, al menos en lo que respecta a la mejora y el mantenimiento de la condición cardíaca.

Respiración
Cuando respiramos, en general, y salvo que lo hagamos a propósito, no inhalamos tanto aire como tenemos capacidad de inhalar, ni tampoco exhalamos todo aquel que hay en nuestro pulmones. Siempre hay una pequeña diferencia, un resto que queda en nuestros pulmones durante una cantidad de tiempo imposible de determinar.

Esto no es especialmente dañino, pero la verdad es que una respiración profunda es mucho más beneficiosa, ya que limpia los pulmones, además de generar una mayor oxigenación del organismo. Esto es una de las cosas que sucede con la risa: inhalamos y, especialmente, exhalamos más aire que el habitual. Como cuando respiramos profundamente, para que se entienda más claramente.

Esto es muy beneficioso para aquellos pacientes que sufren de problemas respiratorios, como ser enfisemas.

El efecto de limpieza que se obtiene, además, puede ser sentido por cualquiera y veremos que realmente nos sentimos distintos después de este tipo de respiración.

Bienestar

Cuando estamos de buen humor, cuando nos reímos, disfrutamos de una forma que no disfrutamos en otras circunstancias. Nos sentimos “bien”, algo que no siempre es fácil de lograr.

La risa es contagiosa

Lamentablemente, a diferencia de las enfermedades, los remedios y los tratamientos no son contagiosos, sino que cada uno debe seguirlos por su cuenta y con toda su fuerza de voluntad. Pero la risa si es contagiosa. Si alguien se ríe de algo cerca nuestro y lo encontramos gracioso, nosotros también nos reiremos. Y se producirá una retroalimentación que hará que cada vez nos riamos más y que se nos haga muy difícil detenernos. ¡Es, con toda probabilidad, el tratamiento más simple de seguir del mundo! Me gustaría ver que alguna vez inventen un jarabe para la tos que haga eso.

El humor es universal

Es un tratamiento al que todos podemos acceder, porque todos los seres humanos nos reímos de ciertas cosas. Es más, hay muchas cosas que son tan graciosas para un norteamericano como para un argentino o un habitante de la China. Si bien cada sociedad tiene preferencias por cierto tipo de humor, también hay ciertas cosas que forman una especie de idioma universal del humor al que todos podemos tener acceso por igual.

El humor es gratis

Las medicinas son costosas. Por suerte, la risa no. Es algo intrínseco al ser humano y, por lo tanto, nadie puede cobrarnos por reírnos. Es lo más democrático que existe, es el único tratamiento que absolutamente todas las personas del mundo pueden seguir. Y tal vez esta sea su mayor ventaja.

Reducción de las hormonas del estrés

Sobre esto solo haremos un muy breve comentario, ya que lo veremos con mucho más detalle en un articulo posterior.

La risa actúa reduciendo al menos cuatro de las hormonas neuroendocrinas que normalmente están asociadas con el estrés en los seres humanos.

Bien, esta es una breve introducción a los temas que iremos desarrollando en las demás notas. En la próxima ya veremos más en detalle como funciona el humor y como actúa sobre el organismo
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