Desde que el mundo es mundo, se habla de la «escucha activa», pero… ¿qué es?
- Mantener contacto ocular con quien habla / con el grupo.
- Indicar que se escucha diciendo “si” y afirmando con la cabeza.
- No expresar inicialmente el propio acuerdo o desacuerdo, sino mostrar, simplemente, que se ha comprendido lo que decía el que hablaba.
- Dejar las pausas para animar a quien habla a que lo siga haciendo. No llenar los silencios.
- No desplazar el centro de atención de la conversación de quien habla, mostrando desacuerdo o hablando de uno mismo.
- Formular preguntas abiertas para animar a quien habla a continuar hablando o a discurrir.
- Resumir o reafirmar, de vez en cuando, lo que dice quien habla para mostrar que le hemos entendido.
- Responder a los sentimientos que parecen estar.