
La gran pregunta ¿Qué es para ti la Animación Sociocultural?
La animación sociocultural es, para mí, un tipo de educación más (o eso debería ser) que tiene ver con la cultura –entendida como un todo de conocimiento- y el vivir en sociedad.
Es el arte de enseñar o “hacer aprender” cosas que a veces vagamente se aprenden en los centros educativos formales o no pueden aprenderse en la familia: el juego, la empatía, el respeto, la risa, la alegría, la amistad, la sexualidad, la igualdad de género, cómo estudiar y hacer los deberes, divertirse, ser autosuficiente, conocer algunas disciplinas artísticas, el deporte, la naturaleza, hacer manualidades, cocinar, viajar… y muchísimas cosas más.
Y te dedicas a esto por qué…
Porque siempre tuve claro que el mundo se cambia a poquitos. Mi primer voluntariado fue en la Cocina Económica con 16 años, haciendo paquetes de comida con una amiga los sábados por la mañana. A veces, también nos quedábamos a dar las comidas si no había gente suficiente. Son cosas a las que no les das importancia hasta muchos años después.
Me fui a estudiar fuera, y un día del año 2003 me propusieron participar como voluntaria en un recién empezado campamento urbano de Contrueces para el que hacían falta monitoras/es. Más tarde se convertiría en la Asociación Enredando, que trabaja con niñ@s en riesgo de exclusión social. Me gustó tanto, que después de acabar Periodismo, estuve con ellos siete años dando apoyo escolar y ocio.
Lo compaginé con mis trabajos de periodista. Hasta que me quedé en paro, y empecé a planteármelo como una salida profesional. Empezaron a salirme pequeños trabajos por mi experiencia y quise formarme más en este campo en Asturias y Madrid. Desde luego, aunque es un campo con bastante precariedad, es mucho más gratificante trabajar con personas, que en el mundo del periodismo.
En la actualidad, ¿trabajas en algo relacionado con la ASC?
Tengo un trabajo que está entre la Animación Sociocultural y el márketing. Imparto talleres de hábitos saludables, origen de los alimentos y cocina patrocinados por un conocido supermercado asturiano, por colegios de toda Asturies, y más allá.
Mientras, también hago trabajos esporádicos de animación infantil para otras empresas, y de vez en cuando, imparto algún curso para monitores. Procuro no decir NO a casi nada, la animación sociocultural es un campo amplísimo.
La ASC como ámbito profesional, ¿qué opinión tienes sobre ello?
Es algo muy heterogéneo. Desde fuera, y todavía para mucha gente, la animación sociocultural es divertir a niñ@s en cumpleaños o campamentos, y no se dan cuenta de todos los colectivos con los que se pueden trabajar y en los que son necesarios profesionales especializados. Incluso, desde las mismas empresas dedicadas a la animación (a veces reconvertidas desde el mundo del márketing, las relaciones públicas y la organización de eventos) no tienen nada clara la diferencia entre títulos de Monitor/a de Tiempo Libre, TASOC, TISOC y Educador/a Social o Terapéuta Ocupacional.
En muchos casos, los animadores hacen un trabajo que no les corresponde o un trabajo más amplio de lo que les corresponde, por aquello de que “a menor formación, menos se cobra”. Por ello, creo que lo primero que habría que hacer es delimitar las funciones de cada uno.
Por otro lado, es un ámbito en el que la titulación no sirve de nada, si no se tienen unas herramientas adecuadas para llevar los conocimientos a la práctica. A veces un voluntariado o una experiencia enseña más que muchos años de estudios. Por eso me parece perfecto que se puedan conseguir títulos de profesionalidad cuando se llevan años ejerciendo alguna de estas profesiones, y siempre que se pueda probar adecuadamente.
¿Qué mejorarías de la formación que recibimos los animadores y las animadoras?
Mejoraría la facilidad para especializarse en diferentes colectivos o campos educacionales. Como ya dije antes, parece que en la animación sólo se puede trabajar con niñ@s. Y además con niñ@s que son de una determinada manera.
Hace falta mucha formación en psicología para poder detectar y saber cómo tratar algunos trastornos de la conducta, por ejemplo, y poder derivarlos a un profesional. Pero también herramientas para la resolución de conflictos, o para trabajar con las familias, colectivos de mujeres, migrantes, adultos en general, personas con discapacidad, jóvenes –parece que sólo hay cursos de prevención de drogas-, y sobre todo, personas mayores -se nos olvida que Asturies es una de las comunidades autónomas con la población más envejecida de España.
Cuando hablo de “campos educacionales”, me refiero a que por qué no puedo complementar mi formación con la agricultura, el crochet o la albañilería y transmitir mis conocimientos a través de la animación sociocultural. De unos años para acá, por ejemplo, se han puesto muy de moda los deportes de aventura o las granjas-escuela. Todos los conocimientos son muy valiosos.
La idea de estas entradas era visibilizar a otros animadores/as, algo que nos quieras contar…
¿Todavía te quedan ganas de leer más después de todo este rollo? Bueno, pues me permito dar unos consejos a quien se dedica o se quiera dedicar a esto:
- Probar un voluntariado antes de lanzarse a estudiar cualquier cosa relacionada con lo social. Te pondrás a prueba y descubrirás si realmente te gusta trabajar con gente (o con ciertos colectivos concretos).
- Cualquier experiencia –buena o mala- edifica (aunque saber decir no a tiempo, es a veces, también muy importante)
- Olvidarse de la timidez, armarse de paciencia y colgarse una sonrisa.
- Ser curiosa en cualquier tipo de conocimiento. Hay cientos de cursos gratis o muy baratos, jornadas, ciclos y conferencias por todos lados.
- No puedes ser animador/a si no sabes hacer globoflexia y pintacaras, juegos colectivos, dinámicas de grupo, y tienes algún hobby raro o diferente.
¡Mil gracias Leta por colaborar! No sé qué os están pareciendo estos 3 primeros meses, pero yo estoy encantado de poder ver, aprender y compartir visiones diferentes de la ASC. El próximo mes, más mejor 😉