Otro 2 de octubre, Día Internacional de la Educación Social, y como en años anteriores participo en su celebración en el Carnaval de blogs organizado por el Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Cataluña.
El tema de este año es: «Nuestra energía es nuestra fuerza».
Nos piden contar qué hacemos para cargar las pilas, si hay en esta profesión autocuidado…
Así que voy a centrarme en el tema de dónde me viene la energía.
Trabajar con, para, desde, por (el resto de preposiciones) las personas desgasta, y mucho. Escuchas todo tipo de situaciones, hablas sobre situaciones en toda la escala de complejidad, y claro eres persona.
En lo que he va de año he trabajado con personas solicitantes de asilo, infancia y colectivos de riesgo por desempleo, discapacidad, violencia de género… Me siento agradecido por tener una amplia visión del mundo por las personas con las que he trabajado, pero también me hace pensar en ocasiones «que mierda de mundo»
¿Cómo recargar las pilas cuando me agoto?
Aquí va mi receta particular…
- 20 minutos de silencio al llegar a casa. Me paso el día escuchando y hablando, así que necesito estar callado (si, aunque parezca raro con todo lo que hablo). Dependiendo de la hora puedo maridarlo con un café o una birra.
- Respetar los tiempos. De trabajo y de descanso. Por trabajar de más no somos mejores, y así evitamos quemarnos. Los correos y mensajes del curro se contestan cuando estamos en tiempo de curro, el resto, vivamos.
- Dedicar tiempo a tus aficiones. Emplear tiempo en otras cosas por puro placer, ayuda a que luego te centres en tu trabajo. No puedes estar permanentemente «conectado» a tu curro. Yo leo muchas cosas sobre animación, educación, metodologías… pero también me gusta irme al cine a ver un peli por el simple hecho de verla. Ir a cenar por probar un sitio nuevo, quedar con mi familia para ver a mis sobrinas. Frivolidades, ayudan en su justa medidas.
- Compartir las situaciones vividas. Hablar sana, y LOPD mediante, hablar de lo que has visto o vivido en tu trabajo con tus colegas, ayuda un mundo. Te dan una visión diferente, y además te escuchan porque quieren ;O)
- Relativizar. Nuestro trabajo es importante, pero nos somos imprescindibles. Teneos que trabajar «por la causa» (depende de nuestro curro) pero no hacer de la causa nuestra vida.
- Por último, pero no menos importante, amistad y familia. Disfruto de mi trabajo, y me permite vivir cosas fantásticas, pero es un trabajo. En mi lista de prioridades amistad y familia van de las primeras. No quiero dejar de vivir nada con mi gente por el trabajo.
Puede que sea una entrada por el día de la educación social, pero creo que va a ser también una oda a mi familia y amigos. Ya que aunque los de dejado para el final (lo mejor para cerrar…) casi todas las cosas que me cargan las pilas, tienen que ver con la gente con la que comparto mis días.
Para trabajar bien, tenemos que estar bien. ¡Feliz día de la Educación Social!