Que un animador o animadora sociocultural, «anima», no debería ser ninguna sorpresa. Que no se entienda a lo que nos referimos cuando decimos que «animamos»… para personas no relacionadas con la animación sociocultural, por desgracia tampoco es una sorpresa.
Nuestras funciones pasan por organizar, dinamizar y evaluar fomentando la autonomía personal y grupal de los colectivos. Para ello, aplicamos técnicas de dinámica de grupos y utilizamos recursos comunitarios. El objetivo es (o debiera ser) generar espacios de convivencia, redes de relación, de participación comunitaria, de disfrute del ocio y la cultura y potenciar la solidaridad.
Por si acaso no queda muy claro, qué hacemos, voy a dejarlo de forma explícita.
Lo que hacemos cuando «animamos» es…
Liderar la acción. Promovemos, organizamos y damos soporte para que desarrolle el proceso. Si todo va bien, poco a poco debemos desaparecer.
Llamar la atención. Cuando toca… Nos movemos, alzamos una mano, apagamos y encendemos luces, silbamos, pedimos silencio, saludamos, etc.
Mantener la concentración. Aseguramos el desarrollo sin interrupciones: Enfatizamos con la voz, usamos expresiones llamativas, facilitamos con recursos gráficos o ilustramos con anécdotas, etc.
Motivar. Algunas cuando planificamos (elección de centros de interés, decisiones compartidas, trabajo colaborativo, etc.), y otras «in situ» (anécdotas, bromas, ejemplos contextualizados, refuerzos personales y grupales contacto corporal o contacto no verbal
Saber esperar. Las personas necesitan tiempo para pensar y concentrarse. Los silencios pueden ser espontáneos o explícitos (“vamos a dejar unos minutos para reflexionar sobre X”)
Dar consignas para la tarea. Es importante aprender a dar las consignas marcando fases, partes, pasos. A veces es preferible realizar un ejemplo práctico para que se entienda perfectamente lo que esperamos.
Interactuar con los y las participantes. Obvio.
Delegar en el grupo. La técnica grupo permite repartir el liderazgo en el propio grupo. Hacer subgrupos, organizar el trabajo, facilitar en asambleas… poco a poco debemos empoderar al grupo
Mantener el orden. el orden requiere autoridad. Al principio, es necesario asumir el papel directivo del proceso y contar con normas mínimas para convivir. Cuando el grupo vaya creciendo y consolidándose, se autorregulará.
Observar el proceso. Cualquier observación puede ser interesante. Ser consciente de lo que pasa en el grupo, a las personas, durante las actividades, desde su planificación, en su desarrollo y en la evaluación. Atención siempre al 100 %
Valorar y flexibilizar. Ajustamos el proceso partiendo de la información que observamos, de las peticiones del grupo, valorando el estado de ánimo, atención, implicación 0 motivación de las personas.
Documentar. Informes, memorias, fotografías… lo que sea, pero recogemos evidencias de lo que hacemos.
Y claro, en ocasiones, también animamos, sin comillas ;O)